Historia
 
       
       
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Las Delgadas es una pequeña aldea situada en el norte de la provincia de Huelva (Andalucía) y que junto con El Villar, El Buitrón, Membrillo Alto, El Pozuelo, Montesorromero y Marigenta pertenecen al término municipal de la villa de Zalamea la Real y al partido judicial de Valverde del Camino.

 
    
 

En el término de Zalamea la Real se han encontrado vestigios de origen religioso del tercer milenio antes de Cristo. En Zalamea y sus aldeas se localizan numerosos sepulcros megalíticos y casi un 40% de los dólmenes descubiertos en la provincia de Huelva están ubicados en el antiguo término municipal de Zalamea que incluía Nerva, Ríotinto y El Campillo, los cuales se independizaron de la misma durante el siglo XIX y a principios del XX. En un principio las construcciones megalíticas estaban formadas por varias cámaras y enormes ortostatos aunque con el tiempo fueron dando paso a construcciones más pequeñas y modestas.

Dolmen significa «mesa de piedra» (de dol = mesa y men = piedra). El dolmen está formado por dos o más menhires sobre los que se apoya una losa colocada horizontalmente. Conocidos son los Dólmenes de El Pozuelo (más información AQUÍ).

Al finalizar el segundo milenio, la región va a verse afectada por la visita de comerciantes procedentes del Mediterráneo Oriental que van a traer nuevas y más perfeccionadas técnicas de extracción del mineral.

 
    
 

Durante el primer milenio antes de Cristo la región pasó con alternancia de mano en mano entre los íberos ileates y los celtas cempsos. Los restos celtas más significativos fueron encontrados en el antiguo Cerro Salomón de las Minas de Riotinto y que actualmente se exponen en el Museo Minero de Riotinto.

Más información en el Museo Minero de Minas de Riotinto (AQUÍ).

 
    
 

Zalamea, la antigua Corina romana, poseyó algunos monumentos de la época, pero Urium (actual Riotinto) fue la población que albergó a millares de mineros asalariados y esclavos. Durante la historia se han perpetuado lugares sagrados a través de los siglos, incluso con el cambio de creencias, por eso se cree que la iglesia parroquial de Zalamea, la ermita de San Blas y la antigua ermita de Santa Marina de El Villar se erigieron sobre templos romanos, pues en estos lugares se conservan sillares y materiales arquitectónicos propios de construcciones más nobles y atribuibles a una población hispanorromana.

 
    
 

La zona de Zalamea y Riotinto interrumpe su actividad minera por el déficit de madera para la fundición y, también, por la falta de demanda de minerales en dicha época. Se inicia la penumbra cultural propia del siglo V en toda la comarca minera.


Urium quedó arruinada en poco tiempo; Corina también sufrió la paralización de las labores mineras y su población se diseminó por el término para explotar nuevas tierras de cultivo, siguiendo un proceso de ruralización total que se da en toda Europa occidental. Esta ruralización da lugar al nacimiento de las posteriores aldeas de la zona.

El nombre de Zalamea parece tener su origen en el término árabe zalaamun, que significa "lugar saludable"o "lugar de paz".

 
    
 

Tras la conquista del término en 1253 por portugueses y leoneses la villa pasó en 1280 posteriormente a manos del Arzobispado de Sevilla durante más trescientos años. Se inició un extenso periodo de repoblación y su núcleo poblacional principal paso a llamarse Zalamea del Arzobispo.

 
    
 

Según una historia contada entre otros por Diego García Ruíz, mi bisabuelo, y Clemente, y que fue retomada en el número 4 de la revista trimestral Cuna Minera por Ana García, cuenta el nacimiento de la aldea de Las Delgadas y de la construcción de la iglesia. Dice así:

 

Hace seiscientos años
no existía nuestra aldea,
pero sí había otra,
se llamaba Villa Nueva.
Estaba situada en la cerca del Pilar,
y todos tenemos nuestros orígenes allá

En Villa Nueva vivía
un alcalde, es natural,
Polaina se llamaba,
ahora os cuento más.

Este señor iba a misa
los domingos al Villar
con su buey y su carreta
para con Dios quedar.

 

Salía por la mañana
en cuanto el gallo cantaba
pá regresar por la tarde
ya con la noche avanzada.

Pá no hacer tanto camino
y no perder tanto el tiempo,
se propuso construir
para oir misa: un Templo.

Lo hicieron en el Cabezuelo
y lo podemos contemplar,
pues esa Iglesia no es otra
que la iglesia de "La Dergá".

Otra leyenda cuenta que un cabrero estableció su corral de cabras en estas tierras y que en la colina donde actualmente se sitúa la aldea se encontraba un rebaño de cabras famélicas. Éste se refería al mismo como "Las Delgadas".

Otra leyenda a la que hace mención Fray Francisco Fulbrook en 1786, narra que dos hermanas de apellido Delgado, vecinas de Zalamea la Real, se establecieron en estas tierras. Al irse incorporando más vecinos al asentamiento inicial comenzaron a llamar al mismo "Las Delgadas".

En 1.580 Zalamea del Arzobispo paga su libertad al Arzobispado de Sevilla y se pone bajo la protección de la Corona y pasando a denominarse "Zalamea la Real".

 
    
 

Se sabe que en este tiempo Zalamea era cabeza de vicaría de toda la zona, incluyendo lugares que no pertenecían a su término. El vicario, residente en la villa, era designado directamente por el Arzobispo de Sevilla.


El cura de Las Delgadas atendía a las necesidades espirituales de los vecinos de Corralejo, Montesorromero y la desaparecida Piedesierra.


Era patrona de Zalamea Nuestra Señora de la Asunción. Por el contrario, El Buitrón estaba bajo la advocación de Santa María de Jesús, El Villar bajo la Ascensión (siendo Santa Marina venerada en su primitiva ermita) y Las Delgadas lo era de Nuestra Señora de los Dolores. Los vecinos de la aldea de Las Delgadas tuvieron que luchar durante varios años para el reconocimiento como patrona a la misma, ya que el patrón oficial de la villa de Zalamea la Real era San Vicente Mártir, y terminaron consiguiéndolo en 1817 tras recurrir a Roma.

 
    
 

Con la presencia de la Rintinto Mining Company como empresa principal de la explotación del yacimiento minero de Minas de Riotinto y con el considerable aumento subsecuente de la población de diversas aldeas de Zalamea la Real cercanas al mismo, comienza a aparecer a principios de siglo un sentimiento segregacionista en algunas de ellas. Minas de Riotinto obtuvo su independencia en 1841, Nerva en 1885 y por último El Campillo en 1931.

La aldea de Las Delgadas, al igual que toda la comarca, aportó un gran número de soldados que perecieron en la Guerra de Cuba. Esto se debió a que sólo iban a la guerra aquellos que no se podían permitir el pago una alta suma de dinero al Reino, alrededor de 1000 pesetas de la época, y por estas tierras la pobreza abundaba. La Guerra comenzó un 25 de abril y terminó un 12 de agosto de 1898 y su resultado quedó reflejado en el Tratado de París, con el que se puso fin al Imperio Español, comenzó la decadencia española, Cuba ganó su independencia y se cedió Guam, Puerto Rico y Filipinas a los Estados Unidos de América.

A finales del siglo XIX la población de la aldea de Las Delgadas era de 108 habitantes.

 
    
 

La aldea de Las Delgadas durante este siglo sufrió la devastación de la Guerra Civil, el boom poblacional secundario a la actividad minera, la masiva emigración de habitantes en busca de trabajo y el intento de supervivencia de la misma.

El 18 de julio de 1936 se inició la Guerra Civil tras la sublevación militar de algunos territorios contra la II República Española.

En lo que respecta a la demografía de la aldea, ésta pasó de una cima poblacional que rondaba los 500 habitantes en los años 30 hasta llegar a caer hasta el medio centenar a finales de siglo.

La emigración se centró principalmente hacia la capital provincial aunque varias familias de la aldea emigraron a otros lugares de Andalucía, al País Vasco, a Cataluña o al extranjero.

 
    
 

La aldea sobrevive a la pérdida de población progresiva atrayendo a hijos y nietos de aquellos que partieron fuera en busca de un futuro mejor además de a forasteros en busca de paz y tranquilidad en uno de los parajes más bellos de la Sierra de Huelva. Comienza a desarrollarse el turismo rural en la misma.

 
 

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